El cuerpo no grita por capricho. Te está hablando.

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El cuerpo no grita por capricho. Te está hablando.

👉 Este artículo no es sobre hábitos saludables. Es sobre lo que pasa cuando el cuerpo se cansa de que no lo escuches.

Cuando el cuerpo habla más fuerte que tú

Al principio es sutil:
cansancio extraño, dolores que no encajan, un nudo en la garganta que no se va.

Pero si sigues sin hacerle caso, el cuerpo sube el volumen.
Y un día, se convierte en una operación, una crisis, una enfermedad, una caída.

No por castigo.
Sino porque es la única forma que tiene de decirte:
“ya no puedo más contigo.”

Cuidarse no es ir al gimnasio. Es escucharse.

Durante años me cuidé “bien”:
hacía deporte, comía saludable, no bebía…
y aún así, mi cuerpo reventó por dentro.

Tuve que operarme el corazón, convivir con la epilepsia,
y aun así tardé en entender que lo físico solo era el canal.
El mensaje estaba más profundo.

¿Qué parte de ti estás ignorando?

El cuerpo muchas veces no enferma por azar.
Sino por acumulación de silencios, de emociones no expresadas, de estrés sostenido.

Lo que no dices con la boca,
lo acabas diciendo con el pecho, con la piel, con la espalda… con el corazón.

🛠️ Si quieres empezar a cuidarte de verdad
  1. Escucha tu cuerpo sin miedo. No lo silencies con ibuprofeno o café.
  2. Observa cuándo empeora. ¿Con quién estás? ¿Qué haces?
  3. Regálale pausas. No castigos, no premios: pausas.
  4. Duerme. No por productividad. Por respeto a ti mismo.

Acepta que cuidarte es también decir NO. A personas, a rutinas, a exigencias.

¿Quieres que hablemos?

No llegues a romperte para empezar a cuidarte. Yo crucé esa línea. Y aunque aprendí mucho… ojalá alguien me hubiera dicho esto antes. Estoy aquí para ayudarte antes de que el cuerpo lo grite más fuerte.
Tú eliges cómo. Yo estaré al otro lado.

¿Cómo prefieres que conectemos ?